El contenido de esta página no está ordenado cronológicamente, aunque algunos fragmentos tienen fecha para favorecer sus derivas. En términos generales hay independencia en relación a los temas, pero ello no impide su ligación. "No está compuesto por capítulos, sino de mesetas. Estas mesetas pueden ser leídas [...] independiente." Mil mesetas. Deleuze y Guattari.

DESPUÉS DE ALGÚN TIEMPO... Septiembre 2022

TIEMPOS TRANS — VIDA TRANS

TODO ES CUERPO

EL LENGUAJE ES CUERPO — EL CUERPO ES LENGUAJE

En estos tiempos ingresa con mucha fuerza el prefijo trans como un transportador de diferencias, de interrogantes, como un resonante social y vital que pide a gritos nuevos devenires, nuevos cuerpos teóricos abrazados a conceptos próximos a la libertad y a sus infinitas formas.

El prefijo TRANS es contador, cuentista, relator de transmutaciones sociales, de traspasos, de transformaciones, de transferencias…

Este prefijo toma la fuerza de palabra plena que indica modificación de tiempos y de formas. TRANS crea nuevos cuerpos, a veces aparece socialmente como sinónimo de transgénero, cuenta lo diverso, lo múltiple, lo inclusivo… lo que deviene.

TRANS, prefijo que con su impulso trasciende conceptos, pone en evidencia, conmueve a la palabra saturada, a la vacía de sentidos, a aquella  que clasifica y territorializa desde lugares binarios y de poder.

Al modo del movimiento del agua en la costa, TRANS  va horadando las asfalturas, los sedimentos, los estratos, produce oscilaciones vibrátiles en constante devenir dibujando nuevos cuerpos y modos.

SOMOS EN EL LENGUAJE:  El prefijo TRANS, junto con la inclusión de la vocal “E” nos cuentan salidas de la saturación, del cansancio, la obediencia, del cliché, de lo instituido.   

Fueron las luchas sociales activas, las movilizaciones, las que habilitaron a saltos, a trascender, transparentar la verdad libidinal de los cuerpos y el derecho a vivir sin violencia, sin exclusión ni persecución.

TRANS como  CLINAMEN abren a umbrales diferenciales, transparentan dinámicas, vulneran lo absoluto,  posibilitan flujos vital.

 

 

 

Tiempo

Escribir desde la virtualidad de A pura piel, obliga a la pregunta: ¿alguien leerá? ¿a quién escribo? ¿hay un lector interesado? Un solo interlocutor alcanzaría para justificar este tiempo de pausa. Hoy prima la imagen, lo rápido, el video... ¿Escribiré al éter? ¿Al cosmos? Hay muchas máquinas en el mundo habitadas por mucha gente en urgencias, en soledades, en sueños; ojalá pueda cruzarme con alguien que crea que hay tiempos llenos de decires más allá de las distancias y que es posible pensar con otros, aprovechando estos devenires tecnológicos.

 

Se suma que contar este recorrido terapéutico es bastante complejo, porque la intención más clara es poder pensar con ciertos autores, con ustedes, con otros, esta cuestión tan enigmática que es el tiempo, el tiempo en la clínica. Hay múltiples lecturas, múltiples caminos, entradas y salidas...

 

En el trabajo grupal, a una de las compañeras de viaje, a partir de sus dificultades para soltar (solía andar con un bolsito y sus cosas celosamente cuidadas, con obstáculos para moverse y mover circunstancias de su vida), le conté un día que me hacía acordar a alguien que conocí en una institución de internación para pacientes con enfermedades mentales. Se llamaba Irma y estaba internada allí, por no decir depositada por su flia.

 

Pasaron muchos años de ello (yo estudiaba psicología), nunca olvidé su nombre, ni su diagnóstico, ni su actitud. Irma tenía un portafolios todo el tiempo abrazado a sí, pegado a su corazón al que llamaba buriro. Jamás nadie supo qué portaba, se ponía muy mal cuando intentaban inmiscuirse y saber qué guardaba en él; en aquél momento estaba internada y se la pensaba como "down".

 

En secreto pensaba yo que en su buriro ella llevaba su fuerza, su up, su capacidad de defenderla sin dejarse seducir por quien quisiera entrar en ese lugar tan propio. No estaba dispuesta a abrirse a nadie; demasiado la habían encerrado en esa institución para que nadie la viera porque era diferente, era "down".

TIEMPO

 

Pasó mucho tiempo cronológico, pero puedo cerrar los ojos y rescatar ese rostro, ese color de piel, esas arrugas mezcladas con mirada de niña; sus labios no muy gruesos, su estatura, sus brazos cerrados llevando su pertenencia... No puedo evitar la emoción.

 

Dice Lapujade en “Potencias del tiempo”, versiones de Bergson:

”Más profundamente, hay una emoción que consiste en el pasaje del tiempo mismo, en el hecho de sentir el tiempo derramarse en nosotros y «vibrar interiormente». Es la propia duración la que, en nosotros, es emoción. Inversamente, es sólo a través de las emociones que somos seres que duran o más bien que dejamos de considerarnos como seres para devenir duraciones, como un sonido existe o dura por su vibración, y por nada más. En lo profundo, ya no somos «seres», sino vibraciones, efectos de resonancia, «tonalidades» de alturas diferentes. Y el universo mismo llega a desmaterializarse para devenir duración, una pluralidad de ritmos de duración que, ellos también, se escalonan en profundidad según niveles de tensión distintos.

 

Si hace falta girarse de ese lado, es porque, en superficie, el pensamiento por Concepto-entendimiento o inteligencia-, jamás ha logrado captar el fluir del tiempo, la duración propiamente dicha.”

 

Irma está viva, la nombra Claudia, la nombro yo, sería hermoso si la fuerza de sus brazos defendiendo la vida acariciara el corazón de alguien que lea desde esta virtualidad, de no ser así, su fuerza vibrátil potenciará al cosmos.

 

CARTA A IRMA

 

Rosario, febrero 2012

 

Querida Irma:

Sí, “querida”, porque a estas alturas me liga a vos, entre otras cuestiones, un cariño sutil y sincero que se fue dando de tanto invocarte, y porque tal vez, quien te trajo a mi sesión, a mi vida, lo hizo desde un tono cálido y amoroso, haciendo que te quiera, aún sin conocerte.

Digo entre otras cuestiones, porque es a partir de tu BURIRO que venís a rozarme, a conmoverme, y por qué no, a emocionarme.

Te pido permiso a través de estas líneas que, seguramente, no leerás nunca, pero bien vale la intención, para usar esa expresión tan tuya que hoy, por lo sub, por lo down, por lo secreto, lo escondido, lo importante y valioso, por lo oculto y lo no dicho, viene a tocar mi alma.

 

No imagino tu rostro, pero sí la fuerza y la energía puesta en tus brazos que sostienen, abrazan y defienden tu BURIRO, enfrentando a quien quiera tocarlo, temiendo que puedan dañarlo.

Tal vez porque así es como intento hacer con el mío, es que pongo estas sensaciones en vos. No sé si hoy estarás con vida, pero aún así, pido tu permiso para llamar a mi libro como vos nombrabas al tuyo, BURIRO, sólo que, no sé cómo, intentaré abrirlo. Estuve tentada de escribir “no sé cuándo”, pero ya no tiene lugar ninguna frase que me postergue. Sí sé cuándo, ahora.

Ahora no es rápido, ni mágico, ni instantáneo, ni ya. Ahora, es mi tiempo.

Gracias Irma, y por donde sea que tu alma esté, deseo que seas felíz.

Te abrazo fuerte.

 

Claudia

 

¡CLAUDIA ABRE SU BURIRO!

 

 En un encuentro del mes de enero de 2017, sugerí que cada uno trabajara lo que es la salud y enfermedad desde una perspectiva propia.

Claudia sorprendió con su capacidad irónica, con el tono de su voz, con su texto, con mucha comicidad contó su concepto de enfermedad y el abrazo a su propia sombra...

No se transcribe el texto por una dificultad de ser entendido, pero sí tomaremos la cara plástica del salto, que pudo hacer abriéndose y jugando con sus propios síntomas.

Le pidió a una compañera que moviera en libertad un cuerpo de cartón, enganchado con tiras de nylon negro, representantes de la culpa; mientras, ella leía con distintos tonos de voz, el sentido de quedarse “enferma”. Giraba la pregunta “¿Por qué salvarse con otros?”, envuelta en ironías y paradojas.

Fue muy divertido, sobre todo sorprendente, tuve la sensación que Claudia, mientras sacaba su fuerza mágica de su buriro, navegaba en el florecer de su sensibilidad, cartografiaba (experimentaba, caminaba, se escuchaba, gestualizaba, se descubría, disfrutaba y participaba a otros).

Tiempo de nuevas direcciones. Irma quedaba atrás, mujer doblemente guardada, por su familia y en el abrazo eterno a su buriro. Claudia saltó, sobres sus miedos, sus incertidumbres, desanudó y comenzó a experimentar; cambiaron algunas algunas reglas de juego en su vida, abrió sus brazos cayó el buriro y el deseo comenzó a andar.

 

TIEMPO

Salto acrobático, desterritorialización, lunares, estornudos, vértigos.

Claudia rompió con la comodidad de su cuerpo en cierre, abrió , largó, iluminó.

 

"La totalidad de mi cuerpo debe devenir rayo perpetuo de luz , moviéndose a una velocidad cada vez mayor, sin respiro, sin retorno, sin debilidad (...). Camino hacia lo asignificante, hacia lo asubjetivo."

 

Mil Mesetas. Año cero-Rostridad, Deleuze-Guattari

 

CLAUDIA

Enfermedad: Conceptos, ideas, metáfora.

Alarma del desequilibrio.

La enfermedad, antesala de la muerte.

Anuncio, a veces discreto, otras escandaloso, de lo mortífero.

Me aparece la imágen de las vacas que clavan sus patas aferrándose al suelo, cabeceando desesperadamente, resistiendo la soga que predice sus destinos.

¿Quién tira de la soga? ¿Quién traza el destino? La respuesta es oscura, pero la pregunta ayuda.

La enfermedad es el grito mudo de auxilio. Es la advertencia de que algo hay que cambiar.

La enfermedad, ese presagio que nos defiende de nosotros mismos.

 

“Ser, no es tener un Yo con identidad, es estar abierto a la experiencia de la vida participativa que nos libera de toda estructura determinista, y así poder captar el sentido desde una identidad grupal.

En este ejemplo de “la encrucijada”, se orienta la vida a ser con los demás dando testimonio de lo que soy, para que al relacionarnos con las cosas e ideales no nos hagan perder el rumbo. Cuando lo perdemos nos “enfermamos”.”

“La enfermedad se nutre de este pasado que nos aleja de lo vital que circula por nuestro ser.

Terminamos diciendo que cuando abrimos la muerte al futuro se conecta con la vida que fluye. Es entonces que la enfermedad se constituye como “camino” capaz de captar el sentido del destino que nos toca vivir y amar. Esto es posible cuando nos “familiarizamos”con la muerte haciéndola parte de la vida.”

“Se cambia el sentido de la muerte en algo vital que orienta la búsqueda de significados por un camino no sólo regresivo, sino a través de la encrucijada de toda crisis vital. Momento en que el Yo se suspende para que como sujeto abierto a lo indeterminado, advenga el acto creador gracias al diálogo donde uno se da cuenta del ser que se manifiesta como acontecer.”

”La encrucijada” como “crisis vital” es oscura y caótica, pero con esperanza de emancipación.

El mensaje a comunicar deja de ser lineal, tiene entonces una enorme complejidad acorde con lo que hoy se considera “realidad”. Lo dado objetivo e histórico convive con lo que se está dando haciendo historia y también como lo dicen los físicos actuales, la realidad se sigue expandiendo.”

 

La flecha del tiempo en psicoanálisis (hacia una psicología del siglo XXI), Octavio Fernández Mouján.


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Comentarios: 5
  • #1

    Daniela (jueves, 30 marzo 2017 08:44)

    Que bello ver este texto y todo este trabajo puesto en palabras de tantas sensaciones y movimientos.
    Lo activo a partir de la pregunta donde hay un diseño nuevo con los otros, amorosamente disparadores inesperados.

  • #2

    María de los Angeles (domingo, 16 abril 2017 19:26)

    Hola Daniela, la pregunta desde un lugar crítico, reflexivo, valorativo, se transforma en una llave que abre a profundidades, como decís estallan en sensaciones, en un activo revelador, que sorprende y pone a la vida en otro lugar. gracias.

  • #3

    Alejandra (lunes, 24 abril 2017 18:36)

    Qué sabiduría la de Irma. Ella a la vista de los q creen saberlo todo y envolverla en un diagnóstico y en un destino. Y ella mostrándoles que se equivocan, que no hay panoptico que pueda penetrar en su jardín secreto

  • #4

    Sandra (jueves, 15 junio 2017)

    "Entender a la enfermedad, como CRISIS VITAL"... para salir de lo mortífero y emprender el camino a lo Vital... despojada del YO...desnuda y transparente.

  • #5

    María de los Angeles (sábado, 24 junio 2017 16:59)

    La crisis más de una vez es una oportunidad para corrernos de lugares estancos, que nos hacen mal.
    Interrogarnos, escucharnos, como decís Sandra con un yo pequeño, que permita develar, que impulse diferencias en nuestros modos de leer la vida nos empuja muchas veces hacia lugares nuevos...(Nos vamos transparentando). Gracias.