Resistir es no despegarnos de nuestra pulsión de vida, sin dejar de amar la letra de nuestras angustias y dolores.
Resistir es no desprendernos de la potencia de crear lazos y tejer mundos.
Resistir es no invisibilizar el hambre.
Resistir es amasar ocurrencias con la harina de la ternura y la inclusión.
A pura piel agradece las manos pensantes, innovadoras, curiosas, que acompañan el deseo de andar con otrxs y sostienen el cuerpo de la reflexión. La sensibilidad escuchante es un abrazo que nos hace volver. De nuevo muchas gracias.
[...]” repartir un pan entre todos y leer un cuento en voz alta
son las más antiguas costumbres del amor.” Liliana Bodoc.
Escribir comentario