CLÍNICA ANDANTE: “Micropolíticas”
¿Es posible un mundo de posibles?
“Lo múltiple hay que hacerlo”
Cuarto encuentro RELACIONES ¿HUMANAS?
Flexibilidad y movilidad de la mirada: ¿De dónde quiero irme?
¿Qué ocurre por debajo de la obstinada huella que insiste en una unívoca sedimentación y resiste el desvío?.
Juego libre, lindando el absurdo, abrazado con lo novedoso, permite la prescripción de un modo cristalizado de mirar.
Líneas curiosas y atrevidas de pensamientos en simultaneidad se atreven a saltar, desafiar la huella, destejer y tejer otros entramados, desactivar creencias… casi un pase mágico.
Unidades arquitectónicas, capas de saber, interpretaciones, modos saturados se desploman ante el advenimiento de una inverosímil ocurrencia.
Fisura, desgaje de una ficción temporal conservadora de una historia con débiles recuerdos que retienen fechas e imágenes descoloridas, pero no por ello sin la fuerza para molestar.
¿Es posible decidir una partida de un tiempo que fue morada?.
¿La pregunta puede ser un tiempo dispuesto a saltar?. ¿hasta cuándo?
¿Es posible decidir otra estancia a partir de reconocer el abrazo identificatorio con el ratón Rato?.
¿Lo que no se ve, no existe… ¿Y si jugamos?. ¿si me atrevo a descubrir todo lo que tiene de mí este ratón?.
¿Identificarlo, permite elegir, alejar de la fuerza avasallante de su sombra, de su tiempo y sus espacios?
¿La despedida puede ser a partir de un tierno abrazo, sin violencia, con el contacto hacia temporalidades que fluyen en combustión creativa?.
Desfondamiento de los fundamentos, límite, corte, disloque, fuga , juego, discontinuidad del poder de una huella que sostiene la ficción de una historia.
Erizar la historia…¿pueden cambiar los acontecimientos,
pueden contarse?.
Es tarea primordial no interpretar ni tampoco determinar si es veráz y sí, cuál es su valor expresivo.
Hay que recuperar la lozanía de los recuerdos– Michel Foucault.
La fuerza del juego, del invento, del imaginar permite atravesar zócalos de tiempos y espacios que intentan perpetuar una única versión de la vida.
MUNDO DE RELACIONES. “LO MÚLTIPLE HAY QUE HACERLO”
Muchas gracias Claudia, en este viaje de reflejos que no cesan de moverse, nos invitas a subirnos y acompañarte.
RELACIONES ¿HUMANAS?
Por un Rato
El relato bíblico cuenta cómo Jonas estuvo en el vientre de una ballena tres días. Así como “Rato”, el roedor que vaya a saber cuánto tiempo estuvo en la panza de Jonás y salió disparado, casi como un vómito, hacia el asfalto, buscando lo que pareciera ser SU agujero, la entrada a un mundo subterráneo ajeno a la mirada humana, indiferente y distraída.
De repente, me sorprendí a mí misma siguiendo a Rato que, si había notado mi presencia, parecía no molestarle, por el contrario, se veía seguro en su andar veloz. Podría asegurar que había complicidad, percibiéndonos, sin tocarnos, sólo reconociéndonos.
Mis ojos se fueron acostumbrando a la oscuridad de los túneles que recorríamos, mi nariz, al olor a humedad.
Rato me incitaba a poner todos mis sentidos al máximo de su capacidad.
Se fue aplacando el ruido en mi cabeza, y el que estaba sobre ella, también.
Poco a poco dejaron de escucharse las ruedas sobre el pavimento, las bocinas, las voces confusas del gentío. Sólo el repicar de las gotas de agua de alguna cañería. Confieso que al principio me crispaba, luego, en “modo sordera”, decidí dejar de escucharla…, pero su insistencia hizo que descubriera la musicalidad de su ritmo.
Hay un mundo debajo de la ciudad construida.
Hay una vida en la oscuridad.
Y por un “rato”, me permito tocarla, olerla, sentirla en la piel, en la yema de los dedos, en la punta de la lengua, en la garganta, el pecho, la pelvis, en las plantas de los pies.
Una oscuridad ignorada, negada y a la vez, defendida, necesaria.
La abrazo, y en ese instante, siento que voy a tomar una decisión. Podría aferrarme para siempre, pero este es un abrazo de despedida.
Rato observa y no logro descifrar en su expresión si la escena le resulta patética o emocionante. Yo la siento esperanzadora.
Cuántos kilómetros recorridos en esta oscuridad, cuánta vida desperdiciada, cuántas gotas despilfarradas, cuántos “cuántos” que ya no cuentan, sino para qué.
Reconocerla le da otro sentido a mi propia humanidad, me impulsa a buscar la luz, a defender mi potencia, al esfuerzo consciente y perseverante de vivir en libertad.
Gracias por este “Rato” de buceo, vuelo y andar!
ME CONTARON QUE BAJO EL ASFALTO
(Sandra Mihanovich)
Estribillo I
Me contaron que bajo el asfalto
Existe un mundo distinto
con gente que nunca vio el sol
y no conoce los ruidos.
Que hay un pibe complemente negro
que se la pasa pintando
y no conoce los colores
pinta azules inventados.
En la esquina de mi casa
broto un río de tinta
con gente igual a la gente
pero un poco distinta.
Estribillo I
Estribillo II
Tienen un rey celeste
que en el fondo a nadie asusta
no puede mandar a nadie
sólo es rey porque le gusta.
Estribillo I
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